lunes, julio 25, 2005

Torres Countries en Buenos Aires


En el CD ALA encontré esta exposición de una chica de Baires que me pareció muy interesante y que me parece establece diálogo con lo que está pasando en Santiago y otras ciudades de Chile en relación a ls segmentación e intrusión de los nuevos modos de vida en los barrios.


Torres countries en Buenos Aires – la prolongación de una nueva forma de vivir como desencadenante y multiplicador de la fragmentación social. Los casos de Palermo Nuevo y El Abasto. Corinna Hölzl


Introducción

Desde hace unas décadas la Capital de la Argentina sufre – como todas las ciudades de Latinoamérica – cambios socioeconómicos profundos manifestándose también en reestructuraciones espaciales. Como consecuencia del neoliberalismo de la época menemista, las urbanizaciones cerradas en Buenos Aires aumentaron fuertemente a partir de los años 90. Similar a los emprendimientos residenciales amurallados en el territorio suburbano, está creciendo otra forma privatizada de vivir en la ciudad, la tipología de las Torres Jardín . Según Welch Guerra (2002) es una Torre habitacional, en la ciudad consolidada, con jardines de uso privado en sus alrededores funcionando como separador del espacio público. Se destacan ciertos servicios adicionales que ofrece la torre aparte de su función residencial, con un sistema de seguridad en primer lugar. Los demás alcanzan desde estacionamientos subterráneos, parrillas, espacios de juegos para niños, piletas hasta saunas, gimnasios, lavanderías, jaulas de golf y canchas de tenis. Los emprendimientos más recientes en Puerto Madero muestran las posibilidades ilimitadas con bares, restaurantes, microcines o salas de internet.
Sobre el espacio fragmentado de los barrios cerrados y la formación de una nueva sociabilidad en estos territorios privados ya existen varias investigaciones, mientras que la tipología de las Torres Jardín está todavía poco analizada. Una que ha trabajado la temática es Lupano (2004) quien destaca los nuevos espacios de la sociabilidad que genera este tipo de vivienda. Esta ponencia continúa esas ideas y se aboca a investigar la nueva conducta social de estos complejos privados y su impacto en la vida y la morfología urbana. Eso se realiza bajo la suposición que existen paralelos entre los emprendimientos amurallados dentro y fuera de la ciudad . Esta pregunta central será contestada a través de un análisis y comparación de dos barrios en la Capital Federal de capas sociales diferentes, para que se vea en un nivel micro los cambios de la cultura urbana .
Para mí, como alemana la investigación de este fenómeno me pareció muy interesante, porque eso no existe en mi país. También la tipología de barrios cerrados tiene – por lo menos en Alemania – todavía una dinámica bastante insignificante.

Tesis y Teoría

La manifestación espacial de las diferencias socioeconómicas en forma de nuevos modos de habitar, como las Torres Jardín, aumenta la fragmentación social en la ciudad. Pues la decisión de vivir de manera privatizada, con sus equipamientos específicos, y la separación espacial provocan, por un lado, un aumento de los estilos de vida y, por otro, un uso disminuido y una reducción cuantitativa del espacio público. El espacio urbano se divide más y más en “no go- y no entry areas” así como “no-lugares”. Consecuencia de ello es una coexistencia de numerosas existencias sin intercambio horizontal, porque el antiguo modelo abierto de la ciudad pierde su influencia social-integrativa con la pérdida de la importancia del espacio público.
Por consiguiente la ampliación de los espacios aislados por aumento de la oferta de Torres Countries lleva a una polarización agudizada entre ricos y pobres. Según Dangschat la segregación espacial es un proceso recíproco. Diferencias socioeconómicas entre capas de la población no son solamente una causa para la separación espacial. Además, la segregación residencial ya existente provoca una consolidación y amplificación de la polarización social entre los habitantes de distintos territorios.
El fondo teorético del trabajo presenta modelos urbanos y conceptos desarrollados por varios geógrafos de habla alemana, como Janoschka y Bähr/Mertins y Borsdorf (2003). Borsdorf y otros destacan la fundación de la segregación residencial en la ciudad latinoamericana. En el concepto de la Quartered City, Marcuse (1989) caracteriza la polarización social como típica de la ciudad moderna.

La dinámica de las Torres Countries en Buenos Aires a partir de los años 90
Las dinámicas espaciales en la ciudad de Buenos Aires y en su entorno se caracteriza por una fragmentación social en aumento. Una flexibilización de las normas urbanísticas y del ordenamiento territorial, a principio de los años 90, favoreció este desarrollo inmobiliario en Buenos Aires. Entre 1991 y 2001 se desarrollaron cerca de 460 urbanizaciones privadas correspondiendo a una ocupación del suelo de 35.000 has (350 km²). En la ciudad se contabilizaron en el 2002 más de 130 Torres Jardín. En ambas tipologías las estimaciones poblacionales alcanzan de 300.000 a 600.000 personas (Janoschka, 2004).
La mayoría de las Torres Countries en altura se construyó a partir de los años noventa.
Para la ciudad de Buenos Aires Szajnberg y Mignaqui (2003, 2000) identificaron 6 tipologías de countries en altura, diferenciadas según altura edilicia, superficie del terreno, densidad poblacional, superficie por unidades y precios. Las tipologías T1 y la T2 corresponden a la definición de Welch Guerra de las Torres Jardín. Mientras la T1 apunta a los sectores medio altos y altos con precios de venta de 1.500$ a 2000$/m², la T2 ofrece un standard medio con precios entre 850 US$ y 1.100 US$/m². Eso se muestra en densidad más alta (complejos de 2 a 4 torres) y una infraestructura reducía en cantidad y calidad. Ambos disponen de grandes superficies de media manzana hasta manzanas enteras. Entre otras mencionan a las T4 como edificios refuncionalizados de valor patrimonial histórico o arquitectónico. En el corredor Norte – Belgrano y Palermo así como en algunos casos en Recoleta y Retiro – se encuentra la mayoría de las T1. Las T2 corresponden a los barrios de Caballito, Almagro, Villa Crespo, Villa Urquiza, Villa del Parque y Colegiales en el corredor Oeste.
Después de una dinámica muy baja en el 2002, como consecuencia de la crisis económica, el país experimenta ahora otro boom inmobiliario. Hoy la zona más importante de construcción de Torres Jardín se presenta en Puerto Madero. Allí se alcanzan los precios más altos (hasta 3000 US$/m²). En los otros barrios aumentaron las tendencias de la última década, es decir el corredor norte presenta aún más el destino de las inversiones inmobiliarias.
Diferente a los años 90 los departamentos T1 de la década presente ya no tienen tan grandes tamaños. Son más chicos y de variadas dimensiones dentro del edificio. Pero eso no resultó una diferenciación con respecto al grupo destinatario . Por la falta de demanda al resultar, todavía, difícil recibir un crédito se nota una muy baja actividad de la construcción para los sectores medios. Entonces el acceso a una vivienda de esta tipología se ve muy limitado ahora y se visualiza la polarización social creciente .

Los ejemplos de análisis. Características de los barrios

Como Palermo Nuevo no es un barrio autónomo hace falta una definición del territorio. Palermo Nuevo pertenece al barrio de Palermo – el más grande de la ciudad - que se encuentra en la parte norte de la Capital Federal. La zona está limitada por las Avenidas Santa Fe, Intendente Bullrich, Libertador y Sarmiento. Sus fuertes límites geográficos por las nombradas y anchas avenidas y, sobre todo, por el ferrocarril en el noroeste y la Sociedad Rural Argentina en el sudeste, le dan un propio carácter. El nombre Palermo Nuevo resultó del boom inmobiliario de los años 90. Antes la zona era conocida por la denominación de “Pacífico”, como se llamaba la estación del tren en la Avenida Santa Fe. Pero como la gente vinculó este nombre con una imagen mala, un cambio era recomendable.

Aparte de los edificios residenciales por la avenida Libertador, de un estandard muy alto, una zona roja, talleres mecánicos y casas bajas con una población correspondiente de clase media y media baja caracterizaron a este parte de Palermo .
Con la construcción de la Torre Le Parc que ocupa una manzana completa, la estructura del territorio empezó a cambiar. Hoy acá se encuentra una de las mayores concentraciones de countries en altura de la ciudad (Cuadro 2). La reestructuración económica permitió este desarrollo porque dejó muchos solares vacíos o sin uso en esta zona. Así se despertó el interés de los desarrolladores por un territorio de la ciudad estratégicamente muy oportuno: importantes avenidas y varios medio de transporte público (tren, subte y colectivos) ofrecen una buena conexión con el resto de la ciudad.

En la misma época el Hipermercado chileno Jumbo inauguró en 1996 el Jumbo Palermo, Centro Comercial en avenida Intendente Bullrich (entre Infantería y avenida Cerviño), completando la zona residencial de Palermo Nuevo. Jumbo y el Shopping integran al Cencosud S.A. así como Easy Home Center, que fue establecido en el mismo terreno. El predio alcanza hasta avenida Dorrego en el Noroeste (Mapa 1).
Hoy Palermo Nuevo tiene un carácter muy mezclado. Los edificios entre avenida Santa Fe y Juncal son de un estándar muy sencillo así como los negocios que se encuentran allí.
El Abasto tampoco es un barrio en si. Su territorio pertenece al de Almagro y al de Balvanera en el Oeste del microcentro de la ciudad. Se pueden contemplar como límites las avenidas Córdoba, Pueyrredón así como las calles J. D. Perón y Medrano. El análisis se concentra en un espacio más pequeño y por eso más homogéneo en sus características morfológicas y culturales.

La zona del Abasto se desarrolló con la constitución del antiguo Mercado de Abasto en 1893, que le dio también su nombre. Por eso se trata tradicionalmente de un barrio de obreros con una estructura edilicia orientada al mercado de frutas. Se estableció una población muy heterogénea de inmigrantes italianos, españoles, polacos y rusos así como una gran comunidad de judíos ortodoxos.
El traslado del mercado a la provincia de Buenos Aires y su clausura en el Abasto, en 1984, dejó a la mayoría de los habitantes del barrio sin trabajo. Como consecuencia mucha gente se mudó y las casas fueron tomadas. En esta época se establecieron muchos inmigrantes peruanos, paraguayos y también coreanos en conventillos y hoteles residenciales. De allí que la zona se caracterice por una estructura poblacional muy heterogénea. Todavía quedan muchas casas antiguas y sitios tradicionales que son destinados para atraer al turismo.
En los años 90 el Abasto experimentó cambios muy profundos por el desarrollo de varios megaemprendimientos. El grupo IRSA adquirió el edificio del antiguo Mercado y además varias manzanas aledañas, y refuncionalizó el Mercado como Shopping. La misma empresa desarrolló el complejo de las Torres del Abasto, compuesto de 4 Torres con 600 departamentos de uso residencial y de oficinas, ocupando casi una manzana entera. El Hipermercado tomó una manzana entera entre los dos proyectos nombrados, donde originalmente estaba una cámara frigorífica y una fábrica de hielo. Muchos solares quedaron vacíos después de la clausura del mercado. En Corrientes se construyó el Hotel Abasto Plaza de cinco estrella. El proyecto más recientes es el Centro Cultural Konex que está por levantarse en el terreno de una antigua fábrica de aceite y pensado como centro cultural privado (Cuadro 3). Por lo tanto la última década se ha caracterizado por una alta privatización de importantes lugares que antes eran públicos.

Comparando los dos casos de análisis, se ve que fueron elegidos dos barrios de capas socioeconómicos muy diferentes. Mientras la construcción en Palermo Nuevo se concentra en importantes emprendimientos de uso residencial, en El Abasto se observa la realización de varios grandes emprendimientos entre ellos las Torres del Abasto como único proyecto de viviendas.
Ambos territorios no disponen de espacios públicos como parques o plazas (Mapas 1 y 2).

Vivir en una Torre Country

Para analizar el impacto de la instalación de esta nueva tipología de vivienda en ambos barrios, tanto por su arquitectura discutida como por sus nuevas posibilidades de vivir y socializarse se desarrollarán algunos ejemplos de habitantes que viven en diferentes Torres, según las entrevistas realizadas entre diciembre de 2004 a marzo 2005.
Los emprendimientos y las personas analizados en Palermo Nuevo para la investigación fueron: el Quartier Demaría, que contiene las primeras torres construidas y figura entre las más prestigiosas, otra torre country más nueva, que se ubica en la misma manzana con acceso por la calle Sinclair y una tercera en la calle Demaría 4723. En el Abasto se realizó una entrevista a una persona viviendo en las Torres del Abasto (Cuadro 3).
Antonio, 51 años, alquila mensualmente por 1.800 US -desde hace más que tres años- un departamento de 165 m² en el Quartier Demaría. Vive en él con su segunda mujer Jenifer (29), que no trabaja, y su hija Miriam (4). Antes habitaron un departamento sin servicios en Belgrano y también intentaron vivir en un country que usaron habitualmente los fines de semana. Su trabajo está conectado con el mundo del espectáculo.
Verónica (27), estudiante de arquitectura y socia de un estudio, habita con sus padres de 57 y 58 años y su hermana -desde el mismo tiempo que Antonio- otra torre más baja en la misma cuadra.
En otro complejo parecido en las características edilicias al anterior – altura y calidad de los servicios – pero con departamentos más chicos y variados, vive Eva (29) con su marido, recién casados. Ambos trabajan y están por terminar sus careras de arquitectura y abogacía.
La persona entrevistada en las Torres del Abasto, Magdalena (32), es arqueóloga y habita –desde su casamiento en el 2000 – con su marido en un departamento de dos ambientes de 60 m². Al igual que Eva y su marido, se trata de un matrimonio joven, todavía sin niños.

Biografías de mudanzas

En el caso de los entrevistados en Palermo Nuevo se puede hablar de una decisión consciente por habitar un departamento de la tipología analizada, sobre todo por el tema de la seguridad. Eva y su marido ponderaron también otras alternativas como una casita o un departamento común, pero todo les pareció demasiado inseguro. Además compraron justo después de la crisis, cuando los bajos precios les ofrecieron una oferta más amplia (precio en 2002: 1000 US$ el m²).

E.: “... Sentaron alguien abajo en la mesita... gente que no tiene armas, pero si, están vigilando las 24 horas. Y cuando empezaron a construir estos grandes edificios, una de las cosas que incluía, dice que abajo hay como un espacio de seguridad, entonces ya dice, ya viene con seguridad incluída (...) Más que nada era eso.”

Lo que los distingue a Verónica y a Antonio es que ya habían tenido una experiencia previa. Como la familia de Verónica antes había habitado una torre y Antonio vino de un barrio cerrado, para ellos quedó sin discusión seguir viviendo en un condominio amurallado. Por eso, porque es evidente, él no mencionó la seguridad como motivo hasta que llegó su mujer.

A.: “Queríamos algo por Miriam, donde pueda jugar.”J.: “Y también por la seguridad, con plaza.”A.: “La plaza hoy en día no sé.”J.: “No quería que se vaya a la plaza.”

Decisivo para la mudanza, hace tres años, fue que no quisieron vivir más en el Country.

A.: “Pero nosotros probamos por ejemplo vivir en un country, y a los dos meses, eh, nos fuimos porque, eh, si bien es cerca, cerca son, de acá son 35 minutos, más o menos en coche (...) Pero irse todos los días, a la noche volver, es pesado...”

Además, a Jenifer no le gustaba estar sola todo el día con el bebe. El tiempo muy corto de vivir en el Country y sus estilos de vida dominados por una actividad cultural y social muy activa, a causa de la profesión de Antonio, muestran que se trata de personas dependiendo de la ciudad.

Cuando los padres de Verónica decidieron mudarse, la única condición de ella era: “¡Por favor, que tenga pileta!“La entrevista con ella ilustra como su última forma de vivir la caracterizó. Aunque usa muy poco los servicios comunes siguió comparándolos con los del complejo anterior en Recoleta, que era más lujoso con un equipamiento adicional mucho más amplio. Se acostumbró a tener un espacio privado y protegido y los servicios ahora funcionan como símbolos de lujo que la separan del “resto”, tanto que ya no se puede imaginar vivir diferente.

Contrariamente a los entrevistados en Palermo Nuevo, Magdalena no destaca tanto el motivo de la seguridad.

M.: (...) Y cuando nosotros nos casamos lo que era nuevo era casi todo este tipo de edificio de torre.(...) Cuando ya nos cansamos de los usados [departamentos], como veíamos que eran de muy malas condiciones, empezamos a ver los precios de los nuevos. Casi al principio encontramos esto.

El precio les convenció. Pero como este barrio les parece bastante peligroso, la seguridad pasó a ser un aspecto necesario. Tal vez si se hubiera quedado en el barrio norte, donde siempre vivió, no hubiera sido necesario tener un sistema de vigilancia profesional. Además ella todavía puede imaginarse habitando en una casa, preferentemente en un PH, en una casa antigua.

La vida social

De las personas entrevistadas solamente Antonio y su familia crearon una vida social en el espacio privado del complejo que comparten con los otros habitantes.

“Viste, es como un Country adentro de la ciudad. (...) “Lo que sí, acá, nosotros por lo menos hicimos bastantes amigos, dentro del edificio, que son con los chicos. Entonces (...) nos juntamos abajo, como en un club, como en un country. ¿Entendés? Estos que se conocen. O sobre todo ahora en verano nos vamos a la pileta.” (Antonio, mientras muestra los servicios de la torre.)

También usan activamente lo que les ofrece el Quartier, como el restaurant, el “famoso quincho”, la cancha de tennis o los equipamientos para los niños. Es cierto que esta torre, de todas las analizadas, es la que tiene el mejor estándar de allí su oferta que es más completa. Pero más decisivo es la edad de los entrevistados y el estado civil así como el estilo de vida. Antonio es el único caso con niña, lo que la torre y el equipamiento le facilitan a la menor su socialización . De este hecho los otros entrevistados también son conscientes porque lo observan en sus propios complejos. Y, en el caso de Eva y de Magdalena hay que añadir que ambas pueden imaginarse el día de mañana cuando tengan niños. Eva también menciona como ventaja para relacionarse con otros habitantes, que esta torre no es tan grande. Para las Torres del Abasto confirma Karina Palazzo Caputo, asociada de la inmobiliaria del mismo nombre y que domina el mercado inmobiliario de la zona del Abasto, cuyo padre habita un departamento en este conjunto

“Hay ciertos grupos que se juntan a tomar mate, que sé yo, bueno, no hay un lugar para que pudieran conocerse más. Si lo hubiera, creo, que estaría a full. (...) Los chicos, obviamente se juntan a andar en bicicleta. (...) Bueno también los barrios cerrados tienen las dos opciones, tienen el club house que junta a la gente, tienen las casitas con su cocina privada.”

Además, un estilo de vida muy marcado aumenta el deseo de juntarse, como muestra el ejemplo de Antonio. Mucha otra gente del espectáculo u otros famosas eligieron el Quartier para vivir. Entonces se encuentra “entre los suyos”, y se siente muy cómodo allí, tanto que casi ya no se va al Country. Completando la imagen, su oficina se encuentra en la Algodonera, otro complejo pero de lofts en una reformada fábrica de algodón en Colegiales (T 4, según la tipología de Szajnberg, Cuadro 1).
Contrariamente, D. Ramos Otero de la inmobiliaria Tizado en Palermo Nuevo no opina, que la tipología de las Torres Jardín pueda sustituir a los barrios cerrados, pues la mayoría de la gente que vive en Palermo Nuevo, también tiene un country, donde pasa los fines de semana. Eso vale también para los padres de Verónica – ambos contadores – quienes se van afuera mientras las hijas se quedan en la ciudad los sábados y domingos. Ella tampoco se socializa mucho en la Torre Country, aunque conoce a mucha gente. Describe una vida con conflictos por el ruido, sobre todo en la pileta, como consecuencia de la vida social establecida en la torre.

“Son cosas que en otros edificios no pasan, porque están en la calle, pero acá la calle es, es el patio de mi piso (riéndose).” (un poco enojada se refiere a los chicos gritando en la pileta)

Mientras nadie de ellos lamenta la falta de espacios públicos barriales, eso es lo que más molesta a Paula, 35 años, madre de dos hijos, viviendo hace poco en Palermo Nuevo .
La gente se muestra contenta con este estilo de vida con espacios y servicios comunes y privados, y lo acepta como “una forma de adaptarnos a una vida sin seguridad” (Antonio).
Los desarrolladores e inmobiliarias se dan más y más cuenta de la importancia de los servicios para la gente.

“No es solo que los chicos juegan tranquilamente en el patio, es más, se socializa mucho, a veces más que en un barrio cerrado. (...) Te obligas a poner servicios, cada vez más.” “¿Por la competencia?” (Entrevistadora) “Por la competencia y también porque la gente los usa. También en los más económicos.” (Arquitecto Justo Solsona)

Interacciones espaciales y percepción del barrio
Los entrevistados caracterizan percepciones distintas del barrio. De allí resultan usos diferentes. En Palermo Nuevo entrando por la avenida Santa Fe, donde se concentra el tránsito y los negocios de baja calidad, o desde avenida Bullrich, con la gran franja sin uso entre la avenida y el ferrocarril se tiene una percepción bien distinta que la de entrar y salir por la ostentosa avenida Libertador -con sus grandes zonas verdes al otro lado- como Antonio y Jenifer lo hacen habitualmente.

“Entonces, ya salís y te genera mal humor, todo eso, es más, yo y mucha gente vamos por calles para ver si evitas algunos. (...) Y todo tiene que ver con todo: terminás refugiándote en la torre.” (Antonio sobre la alta cantidad de mendigos en la ciudad)

Antonio y Jenifer tienen una percepción del barrio muy limitada porque se mueven solamente en auto entre lugares con accesos restringidos Torre Country, Oficina en Complejo, Hipermercado, Shopping. Preguntando, donde resuelven sus compras, Jenifer responde sin pensar “Auto y Jumbo”. A la observación del entrevistador, de que no hay tantos lugares para salir por la noche en Palermo Nuevo, Antonio casi reacciona ofendido, pero termina enumerando lugares en otras partes de Palermo. No demandan por más infraestructura en la zona.
Verónica y Eva conocen el barrio también caminando porque no tienen auto. Sus percepciones y usos de la infraestructura de la ciudad – todavía – no son tan reducidos. A causa de los precios Eva y su marido van menos a Jumbo como a otro Hipermercado. Otras compras si las resuelven en el Shopping, del Jumbo o en Alto Palermo, donde se encuentra también “su” complejo de cines. En el caso de Verónica el espacio de sus acciones ha cambiado porque tiene más miedo ahora después de la crisis y por la mudanza de un “barrio” como Recoleta a Palermo Nuevo, donde domina el uso residencial. Resolver las compras en el Jumbo le parece todavía incómodo, pero se va por allí, “como todo la gente de la zona”. Los precios no los menciona .

V.: “Yo llamo a todos lados por teléfono, no voy a ningún lado, en general! Pido películas, pido, comida, pido el kiosco, yo fumo mucho, llamo al kiosco que me trae, todo, todo (...)...es muy raro (...)Antes de todo este despelote hace tres años que pasó, no estaba! Estaba en la calle (...).”


La persona, entrevistada en El Abasto, está más vinculada con el barrio. Tiene una percepción más exacta de lo que ocurre en el entorno barrial pero no se siente cómoda en él.

M.: Hay un interés económico, un interés turístico (...). Pero en si, qué se yo, yo, que vivo en el barrio y que lo camino todos los días, lo veo cada vez peor (...).”

Valora la cantidad de cultura que ofrece el barrio y también unos proyectos nuevos, pero nota que son acciones aisladas, en su mayoría construcciones sin ningún impacto para el resto del barrio y sus habitantes. A diferencia de los otros entrevistados, Magdalena no encuentra la solución por su descontento con el entorno y la inseguridad en la ciudad donde está su vivienda. Por eso está pensando en volver a su barrio de origen.
La asociada de la inmobiliaria Palazzo Caputo destaca, contrariamente a la habitante entrevistada, que “ganan todos” con los negocios generados en el barrio. Además opina que la gran cantidad de gente viviendo, ahora, en la manzana de las Torres del Abasto trae un impacto positivo al barrio. Hasta ahora esto no se confirma en la realidad .
Los vecinos de Palermo Nuevo opinan muy diferente sobre los cambios que experimenta el barrio. Carmen, que tiene un Multikiosco, celebra la llegada de los habitantes nuevos con alto poder adquisitivo. Mucha gente viene a comprar porque es cómodo para ellos, como hay pocos negocios en la zona. Sin embargo, otro propietario de una frutería cerca del Quartier Sinclair – a diferencia de ella y manteniendo el negocio desde “siempre” – se muestra enojado sobre todos por los cambios que traen los nuevos habitantes del complejo. Otra ventaja mencionada es que se trata de una zona muy bien vigilada, consecuencia de los “ricos” que ahora viven acá. Contrariamente, Paula, 35 años, madre de dos hijos, viviendo en un nuevo edificio en Calle Beruti -a una cuadra de la avenida Santa Fe- no se siente muy segura en el barrio. Cuenta de peleas de adolescentes en la calle, que habitaron por un período un gran terreno baldío en frente a su edificio. Ahora será el lugar para la construcción de un nuevo Quartier . Los vecinos ven también que muchos arraigados abandonan Palermo Nuevo resolviéndolo con buenos negocios debido a la venta de sus terrenos, obligando también a los inquilinatos habitados allí a encontrar un nuevo domicilio.
De manera más fuerte pasó y está pasando en el Abasto. Mucha gente ocupó casas en el entorno del terreno de las Torres del Abasto así como en otras manzanas que se fueron limpiados como consecuencia de la implementación de los grandes emprendimientos . La mayoria de esa población habita, ahora, casas al otro lado de Corrientes . Entonces resultó solamente un traslado del problema.

Primeras conclusiones

Resumiendo estas primeras observaciones se puede decir que aunque había solamente un caso que relató una vida social activa , a todos los entrevistados el proceso de esta nueva sociabilización les parece comprensible. Decisivo es finalmente el estilo de vida y las condiciones que ofrece la Torre Country. Pero todos aceptan los espacios comunes privados como alternativa a las plazas públicas, en especial para los niños. En los casos de Palermo Nuevo con las Torres Jardín y otros lugares privados correspondientes (Shoppings, Oficinas en complejos, Hipermercados, Countries) se presentan como nuevos espacios de encuentro urbano. Los desplazamientos de Antonio confirman exactamente el “efecto túnel de encapsulamiento” (Lupano y otros 2004, 4). En el caso de Eva y Verónica se podría decir que estos dos casos se encuentran en un período transitorio. Todavía hay una cierta vinculación con el entorno pero no por decisión propia. Cuando dispusieran de los medios económicos necesarios para comprar un auto, por ejemplo, es probable que hubiera un acercamiento a los desplazamientos como hace Antonio. Magdalena no corresponde a esta tipología esbozada. A esta persona le gusta aprovechar algunos servicios adicionales en el lugar donde vive, pero aparte de eso necesita un entorno adecuado.
Además en lo que concierne a las zonas analizadas se muestra muy bien la gran heterogeneidad espacial en Palermo Nuevo y también se visualiza la cercanía espacial tan estrecha entre ricos o privilegiados y pobres, entre terrenos abandonados y grandes emprendimientos, cambios socio espaciales y procesos de expulsión en los dos barrios.
Ambos procesos – nueva sociabilidad y espacios fragmentados – resultan una pérdida de la vida barrial y así como un cambio de la cultura urbana. Como consecuencia hace falta una redefinición de la ciudad como lugar de encuentro acompañada por un aumento de los estilos de vida.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola Christian,
Encontré tu blog buscando información sobre las torres country. Estoy trabajando en el tema desde la geografía y específicamente desde la construcción territorial de riesgos. Me gustaría citar tu artículo en caso de que lo use, cómo debería hacerlo? Lo tenés publicado en alguna revista?
Un saludo y gracias
Silvia