lunes, agosto 15, 2005

ENTREVISTA CON UN TESORO VIVO DEL PENSAMIENTO.

Confieso que se me había olvidado que todavía estaba vivo...Bourdieu partió y aún sobrevive Lévi-Strauss, chequeen esta entrevista que data de Mayo realizada por El Clarín.

Por Octavio Martín (Clarín)
ENTREVISTA EXCLUSIVA CON UN TESORO VIVO DEL PENSAMIENTO.


Como antropólogo contribuyó a la decisiva definición entre cultura y naturaleza. A los 97 años, evalúa las insondables transformaciones del mundo y el hombre.

Claude Lévi-Strauss (Bruselas, 1908) no sólo es la principal figura en el mundo de la etnología a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, sino también un extraordinario escritor y un filósofo de primera magnitud, padre de la escuela estructuralista. Hoy, Lévi-Strauss tiene 97 años. Privilegio de la edad, puede decir y hacer respetar su angustia ante las concentraciones humanas. Se presta de buen grado a la entrevista, un ejercicio en el que se muestra brillante y preciso, apenas un poco impaciente ante la necesidad de tener que precisar por enésima vez lo que, de ser lectores atentos de su obra, ya debiéramos haber comprendido hace mucho tiempo.

-Cuando usted estudiaba, el eurocentrismo impregnaba todos los discursos. Hoy el multiculturalismo y el mestizaje cultural son dominantes. ¿Qué impresión le produce esta evolución?

-Lo que llamamos pensamiento europeo, nuestra civilización, es el fruto del contacto entre los distintos pueblos y culturas del continente pero también de nuestros viajes. Europa siempre ha sido un continente mestizo, por emplear el mismo término. La gran diferencia que hemos visto en el siglo XX es la aceleración de la comunicación. Lo que antes necesitaba semanas o meses de barco ahora se recorre en unas pocas horas. El mestizaje, la fusión, necesita tiempo, madurar, pero la extraordinaria aceleración del siglo XX no deja tiempo para asimilar las influencias del otro.

-¿El famoso mestizaje es una ideología que encubre otra forma de colonialismo?

-Lo dice usted, pero no voy a desmentirlo. Su pregunta pone el dedo en una contradicción fundamental. No todo lo que se inscribe, por ejemplo, en el largo inventario del 'patrimonio de la humanidad' se hace por razones puras. La preocupación por los ingresos derivados del flujo turístico juega un gran papel en el comportamiento de los Estados.

-La perspectiva de dictar filosofía, cada año el mismo programa, le incitó hace 70 años a irse a San Pablo...

-De San Pablo se decía entonces que era una ciudad peligrosa porque podían darte cita en una esquina que no existía cuando tú llegabas, pero que ya estaba edificada cuando acudía la persona que te había citado. Era la posibilidad de ver crecer una ciudad ante mis ojos, de asistir en cuestión de pocos años, meses y semanas a ese proceso que en Europa había llevado años. En 1935 había una compañía inglesa de ferrocarril que estaba tendiendo una línea nueva en el estado de Paraná y creaba una ciudad nueva cada 25 o 30 kilómetros. La primera tenía entonces unos 2.000 habitantes y hace poco me invitaron a su cincuentenario y tiene un millón. La segunda ciudad tenía unos pocos centenares de habitantes, la tercera tres decenas y la que entonces era la última del trazado, un solo habitante, un francés aventurero.

-Su primer viaje al interior, su encuentro con los bororos, es el fruto de una expedición en tiempo de vacaciones.

-Sí. Se trataba de una sociedad cuya cultura material estaba intacta, en la que seguía existiendo un arte de la pluma extraordinario, una sociedad con una organización social compleja y rica.

-¿Cuándo sacó conclusiones de las expediciones?

-Lo que de verdad era o podía ser la etnología lo aprendí más tarde, a principios de la década de los cuarenta, en la Biblioteca Pública de Nueva York, después de haber escapado de la Francia de Petain. Ahí, leyendo, completé mi formación de etnólogo. Sin la ocupación alemana mi destino hubiera podido ser otro. Tras el armisticio, yo quería volver a Brasil pero no me dieron visado.

-Usted ha bromeado diciendo que había descubierto el estructuralismo antes de leer...

-Es mi madre la que contaba que me había dado cuenta yendo al boulanger (panadero) y al boucher (carnicero) que las primeras letras debían significar bou puesto que eran las mismas para las dos palabras. Más seriamente, el secreto del estructuralismo creo haberlo intuido mientras estaba en el frente, en la Línea Maginot, como oficial de enlace que esperaba servir de intérprete a las tropas británicas. Allí, mientras esperábamos una batalla que no comenzaba, pude observar con detalle cómo, detrás del aparente azar de la belleza ondeante de un campo lleno de flores, estaba una organización estricta de cada una de ellas. Luego, en Nueva York, el encuentro con Roman Jakobson fue definitivo. Me reveló que era estructuralista sin saberlo. Cuando se estudia una sociedad se comienza por inventariar las diferencias porque los puntos comunes, en un primer momento, pueden ser superficiales. Luego, a un nivel más profundo, aparecen lo que yo llamo invariables...

-El tabú del incesto...

-Sí, pero lo interesante es que esa obligación exogámica, de buscar pareja fuera del círculo familiar más estrecho, puede tener muchas formas distintas. En el Egipto antiguo se aceptaba el matrimonio entre primos; en otras civilizaciones, en caso de muerte de la esposa es obligado a casarse con la hermana; en otras, la regla establece otros grados de parentesco. En la naturaleza existen leyes que pueden ser universales y constantes, y si encontramos en la cultura reglas que puedan tener ese mismo carácter universal que las leyes, entonces podemos comprender mejor el paso de la naturaleza a la cultura. Ese es el interés del tabú del incesto.

-Alguna vez responsabilizó a la revuelta de mayo de 1968 de la pérdida de prestigio universitario del estructuralismo. Hubo muchas acusaciones contra esa corriente...

-Al estructuralismo se le reprochó ser antihumanista y eso es parcialmente cierto. Es imposible para un etnólogo no tomar en consideración la destrucción sistemática y monstruosa que los occidentales hemos hecho de las culturas distintas de la nuestra desde, como mínimo, 1492. No es posible separar o aislar esa condena de la destrucción de la que hoy son víctimas especies animales y vegetales, y todo eso en nombre de un humanismo que situó al hombre como rey y señor del mundo. La definición que el humanismo clásico hace del hombre es muy estrecha, lo presenta como un ser pensante en vez de tratarlo como un ser viviente y el resultado es que la frontera donde se acaba la humanidad está demasiado cerca del propio hombre.

-También se ha declarado más y más afín al escepticismo.

-El escepticismo llega con la edad. El espectáculo que ofrece la ciencia contemporánea invita a ello. Durante el siglo XX esa ciencia ha progresado mucho más que en todos los siglos anteriores, una aceleración enorme en la producción de conocimientos y, al mismo tiempo, ese progreso vertiginoso nos abre abismos insondables, cada descubrimiento nos plantea diez enigmas, de manera que el esfuerzo humano está abocado al fracaso. Pero está bien que sea así.

Nota: Copyright El País y Clarín. trevista a Calude Lévi-Strauss acá va..

11 S: el Hombre Araña, Saskia Sassen y las Torres Gemelas


Encontrado en La factoría Nª 19, Octubre-Diciembre de 2003


11S: el Hombre Araña, Saskia Sassen y las Torres Gemelas

Michael Cohen



Todos nosotros tenemos nuestras explicaciones sobre lo que ocurrió el 11S del 2001. Algunos están sorprendidos, otros hablan como si el ataque fuera inevitable, merecido, o que un conjunto de factores políticos, militares y terroristas se juntaron para provocar una importante declaración al mundo. Hace unos meses un observador apuntó que dentro de unos 5 o 10 años la sorpresa del 11S habrá desaparecido y se explicará como algo inevitable en el amplio contexto de los procesos históricos.

Creo que este suceso también creó un espacio intelectual y político para repensar algunos de los paradigmas sobre ciudades en el mundo. En momentos de un aparente cambio de platos tectónicos, de alguna manera resulta más fácil ver las cosas con claridad a pesar de que presente y el futuro parecen más complicados y oscuros.

En este artículo me gustaría abordar algunas cuestiones cuyas respuestas me interesan cuando intento comprender el significado de los acontecimientos del 11S en Nueva York y cómo éstos afectan al resto del mundo. Las preguntas en sí son un esfuerzo de dibujar algunas de las dimensiones de la "huella global" de Nueva York. Los medioambientistas utilizan la expresión "huella ecológica" para referirse al uso de recursos naturales por parte de ciudades y el impacto medioambiental de este patrón del uso de recursos. A la hora de formular estas preguntas quiero decir, que este no es otro de los esfuerzos de un norteamericano de demostrar lo grandes o lo ricos que son los EE.UU. Más bien me gustaría utilizar una cita de la película "El Hombre Araña" que dice que la "gran fuerza implica grandes responsabilidades". Y la parte de la responsabilidad hoy en día significa tener claro donde encajamos en el mundo.

Cuando hablo de la cuestión de "huella global", también me gustaría volver a algunas hipótesis que mi buena amiga Saskia Sassen, expuso en su libro "La ciudad global". En la segunda edición de este famoso libro, publicado el año pasado, ella misma reexamina su trabajo de principios de los años 80. Concretamente dice que "la ciudad global representa un espacio estratégico donde los procesos globales se materializan en teorías nacionales y las dinámicas locales pasan por los acuerdos institucionales de cada país. El modelo supera la sensación de suma cero sobre la economía global y la economía nacional como mutuamente exclusivas. El objetivo principal del modelo es concebir la globalización económica no sólo como flujos de capital, sino como el trabajo de coordinar, gestionar y ofrecer servicio a estos flujos y el trabajo de servicio a múltiples actividades de empresas y mercados que operan en más de un país".

Y continúa insistiendo en que la ciudad global es un lugar, no tan solo una red en un espacio de flujos, como por ejemplo teoriza Manuel Castells. Parte de esta ubicación es su función dentro de varias redes.

El ataque del 11S ofrece una oportunidad fascinante para reexaminar esta perspectiva teórica y para ver cómo se aguanta. Para hacerlo hace falta, pienso, visitar de nuevo Nueva York con unos lentes comparativos y globales. Esto me lleva a varias preguntas:

* ¿Cuán grande es la Gran Manzana? ¿Qué tipos de indicadores comparativos pueden sugerir su tamaño e importancia en la economía global?
* ¿Qué le pasó a Nueva York el 11S en cuanto a la economía y las finanzas?
* ¿Cómo se refleja esto en la economía global? O, dicho de otra manera, ¿es Nueva York realmente una ciudad global en términos de Saskia Sassen?
* ¿Cuáles son algunas de las implicaciones políticas y sociales de la posición de Nueva York, mientras observamos los esfuerzos de la ciudad para la reconstrucción? ¿Cuáles son las señales que emite el proceso de la reconstrucción al mundo global? Aquí volveré al Hombre Araña.



¿Cuán grande es la Gran Manzana?

En un Informe del año 2001, State of the World´s Cities, realizado por Habitat, NN.UU., la ciudad de Nueva York es la quinta área metropolitana más grande del mundo, que en el año 2010 retrocederá hasta el séptimo lugar con 17,2 millones de habitantes. El área metropolitana de Nueva York tiene hoy en día casi la mitad de la población de España, Portugal y Suiza juntos, o toda Noruega. Su tamaño es el doble de París, o como París y Londres juntos. Aunque más pequeña que Tokio, con sus 25 millones de habitantes, su influencia, crecimiento continuo y su rol económico y cultural la hacen más importante que Tokio a escala global.

En términos económicos, la Gran Manzana aporta un 4,5% del rendimiento de los EE.UU. Los 365 millardos de US$ que producen sus 5 distritos representa una pequeña parte de un total de más de 10 billones de US$ que produce la economía de los EE.UU. Pero a pesar del hecho de que Nueva York ha ido detrás del resto de los EE.UU. en cuanto al crecimiento económico durante los años 1990, la ciudad produce 1 millardo de US$ al día y el 75% del Producto de la ciudad se genera en Manhattan. El ingreso per capita ha subido un 77% en términos reales del 1980 al 1996. El producto interior bruto de Nueva York es mayor que los ingresos de 191 países, incluyendo países como Rusia, Bélgica, Holanda, Suiza o Suecia. Su producto es más grande que Argentina, tres veces superior al de Portugal, o países ricos en petróleo como Noruega o Arabia Saudita. El producto interior bruto de NYC es un 20% superior al de más de 40 países africanos juntos. Hoy en día NY cuenta con un 62% del PIB de España.

¿Qué significa esto en términos absolutos y relativos? Vivimos en unos tiempos en los que los intensos debates políticos se centran en unos cuantos porcentajes en los déficits fiscales en Francia o Alemania o en las equivocadas soluciones del FMI para Argentina o Indonesia en los países en desarrollo. Creo que es importante conocer el tamaño absoluto o relativo de los implicados. La economía de Nueva York es superior a la de 191 países. La ciudad, con una población de 17 millones, ocupa el 49º lugar entre los países demográficamente más densos y el 13º lugar entre los países económicamente más desarrollados.



La importancia de Nueva York en la economía global

Algunos pueden considerar aburrido hablar sobre Nueva York ante esta tabla de estadísticas y pensar "¿y qué?". En un momento histórico en el que sopesamos las cualidades del cambio global -¿es justo?, ¿es bueno?, ¿nos hace a todos iguales?, ¿o muestran nuestras diferencias?- pienso que es necesario también tener en cuenta el "impacto cualitativo de las cantidades". En realidad, la mayor parte de los debates sobre la globalización, e incluso muchas de las interpretaciones del 11S hablan sobre diferencias relativas y no solamente sobre diferencias absolutas. Aquí os he facilitado unos cuantos indicadores comparativos, que pueden ayudar a ver lo que es Nueva York como fenómeno urbano en el mundo global. Quiero hablar sobre demografía, finanzas, educación e investigación y comercio, pues todos ellos indican formas y grados de conectividad y dependencia entre Nueva York y el resto del mundo.

Que quede claro que mi objetivo no es demostrar la riqueza de Nueva York. Aunque Nueva York es rica en su conjunto, la distribución de los ingresos es mucho peor que en Barcelona. Y de la misma forma su calidad de vida, mientras que es extraordinaria para algunos residentes privilegiados de Manhattan, en su promedio no se puede comparar con la calidad de vida habitual de muchas de las ciudades europeas.

Una de las dimensiones más sorprendentes de la conectividad es el cambio demográfico de Nueva York. Se ha calculado que hasta el año 2000 un 35% de la población de Nueva York sería inmigrante. El promedio de la entrada de emigrantes es un tercio superior a la de los años 70 y 80. El censo del año 2000 mostró que la comunidad hispana de Nueva York es la que más crece y ya alcanza un 30% de toda la población de los cinco distritos. En la Gran Manzana más de 2 millones de personas hablan español.

Otra dimensión importante es el tamaño de los mercados financieros de Nueva York. En 1999 el valor de la Bolsa de Nueva York era de 11,4 billones de US$. Su contrapartida, el NASDAQ (sistema de cotización automatizado de la Asociación Nacional de Comercializadores de Valores), ascendía a 5,2 billones de US$, cuando en Tokio ascendía a 4,5 billones y en Londres a 3,0 billones .

La tercera dimensión es la fuerza de la educación e investigación. Nueva York cuenta con 100 universidades y escuelas superiores con casi 500.000 estudiantes matriculados. Estas instituciones representan el mayor c?entro de investigación científica y tecnológica global, especialmente en el campo de la biomedicina. El presupuesto de la Universidad de Nueva York es de 3 millardos de US$ y es superior al presupuesto del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires antes de la reciente crisis. Nueva York cuenta con unos 30.000 estudiantes extranjeros en sus universidades.

La cuarta dimensión es el comercio. Desde el punto de vista histórico es obvio que el nivel de crecimiento de la economía metropolitana de Nueva York es paralelo a los cambios en el crecimiento económico mundial. Por ejemplo, en 1999 la valoración de la economía metropolitana mostró claramente que los cambios metropolitanos demuestran el nivel de crecimiento en Europa, Asia y América Latina. En efecto, durante los años 90 la parte del producto bruto de la ciudad que corresponde a los más importantes sectores de la exportación aumentó considerablemente. En el año 2000 el valor del comercio regional de Nueva York superó los 185 millardos de US$ (sin incluir el valor del oro). Ello equivale a aproximadamente el 150% del total de las exportaciones de España durante este año. Los planificadores de las infraestructuras de transporte calibran con cuidado sus presupuestos en relación al crecimiento económico mundial y la importancia del comercio global. En el 2000 cerca de 95 millones de usuarios utilizaron los tres aeropuertos de la región de Nueva York, un 30% de los cuales eran viajeros internacionales.



¿Qué le pasó a Nueva York el 11S?

El ataque del 11S ocurrió cuando la economía de los EE.UU. ya había caído en la recesión. La economía empezó a frenarse en el segundo trimestre del 2001 con la subida del desempleo y la ralentización de los sectores tecnológico y financiero. Tres semanas después del 11S la Oficina del Interventor del Ayuntamiento dio a conocer un informe que estimaba que las pérdidas económicas de Nueva York oscilan entre 90 y 105 millardos de US$. (Esto equivale a borrar del mapa a Portugal u Holanda durante un año). La principal pérdida que sufrió la ciudad en cuanto a edificios e infraestructura asciende a unos 45 millardos de US$, mientras que la pérdida económica en el 2002 y el 2003 será de entre 45 y 60 millardos de US$. En los meses siguientes el número de desempleados estimado inicialmente resultó ser correcto. Unos 115.000 puestos de trabajo se perdieron en los meses posteriores al ataque.

Mientras este informe constataba que los economistas no son muy buenos a la hora de prever el impacto de grandes e inesperados cambios se hizo un enorme esfuerzo para evaluar la importancia de lo ocurrido. Por ejemplo, el informe preveía que la superficie de oficinas perdida o dañada en la parte baja de Manhattan era de unos 30 millones de pies2 ó un 36% del total en el centro de la ciudad. Esta área ocupa el tercer lugar en cuanto a la concentración de las oficinas en los EE.UU. después del mid-town Manhattan y Chicago. Este informe estimaba que las pérdidas estarían sobre los 34 millardos de US$ - el producto interior bruto de Marruecos o el 11% del producto interior bruto de todo África. Mientras que este informe concluía que únicamente un 3% de todo el espacio de oficinas se ha visto afectado, este número no reflejaba las pérdidas en cuanto a ubicación y calidad. Las reparaciones supondrían reponer 33 millas de cable telefónico, estaciones y muchos otros elementos de infraestructura.

Este informe también calculaba la pérdida de capital humano, en vidas perdidas a través de sueldos perdidos, que ascienden a 11 millardos de US$. (El sueldo promedio de todos los trabajadores de Manhattan es de aprox. 70.000 US$ al año.)

Aplicando el informe las probables pérdidas para la economía de Nueva York, que produce alrededor de un millardo de US$ al día, el conjunto de las pérdidas previstas de capital y futuras de 90-105 millardos de US$, es por sí solo mayor que en las economías de muchos países. Estos impactos por supuesto que tenían que ver con otros impactos en los EE.UU., por ejemplo, 118.000 despidos de los empleados de las compañías aéreas las 2 semanas posteriores al 11S y los 10 millardos de pérdidas de las líneas aéreas durante la semana posterior al 11S. Estas pérdidas se produjeron durante las primeras 5 semanas, en primer lugar en las empresas de Wall Street, el sector turismo (hoteles, restaurantes, compañías aéreas, transporte en automóvil en Nueva York), ocio, especialmente en Broadway y pequeño comercio. Los restaurantes perdieron el 80% de sus ingresos diarios, que suelen ser de unos 20 millones de US$ al día, lo cual es un indicador del ambiente general de la tendencia a quedarse en casa.



¿Cómo se refleja en la economía global?

Los hechos de las pérdidas en el WTC demuestran por sí mismos que este lugar era el centro de muchas transacciones internacionales. Entre las víctimas se incluyen gente de muchos países. Las compañías que tenían negocios en las Torres incluían muchos negocios internacionales, como el Fuji Bank, Euro Broklers, Cantor Fitzgerald, American Bureau of Shipping y muchos más. Toda la parte baja de Manhattan, incluyendo Wall Street y la Bolsa de Nueva York, es uno de los mayores lugares de las diarias transacciones financieras globales. Las pérdidas inmediatas en los mercados globales en los días y semanas siguientes reflejaron la dependencia de otras bolsas y mercados al de Nueva York.

Es importante recordar que durante los años 90 aproximadamente la mitad de los hogares en los EE.UU. invertía en los mercados financieros de EE.UU. Tan sólo de 1994 a 1997 se ingresaron más de 12,5 billones de US$. Cuando el valor de sus inversiones empezó a bajar, los americanos inmediatamente notaron esta conexión con los mercados internacionales. Mientras esto no resulta sorprendente a nivel de los mercados financieros, es la confirmación de la posición de Nueva York como parte de esta red global financiera y, en efecto, de su función central como centro de comercio y gestión estratégica de los flujos financieros. La fuerte reacción global confirma el concepto de Saskia Sassen de Nueva York como una ciudad global. De alguna manera, la reacción del mundo al ver cómo temblaba Nueva York fue la de temblar él también.

Con el fin de sobrevivir y minimizar las pérdidas, algunas de las grandes empresas ubicadas cerca de las Torres Gemelas -Merrill Lynch, American Express y Lehman Brothers, por nombrar unas cuantas- trasladaron parte de sus operaciones fuera de la parte baja de Manhattan a New Jersey, Westchester ó Connecticut. De hecho, el "New York Times" informó que American Express había empezado a trasladar a sus empleados a las nuevas ubicaciones el 17 de septiembre, a tan sólo 6 días del desastre.

La importancia de estos traslados no se debería minimizar. Durante los años 90 la predominancia de Wall Street y del sector financiero en la economía de Nueva York aumentó substancialmente. Aunque en los años 90 Wall Street contaba con un 5% de los empleados de toda la ciudad generó casi la mitad (45%) del crecimiento económico directo, medido por el crecimiento de las ganancias reales durante este período. Este beneficio es más que 3 veces superior al beneficio que le sigue. De 1995 a 1997, los beneficios totales de Wall Street crecieron un 50%, de 50 millardos de US$ a 75 millardos de US$. El empleo en toda la ciudad creció en estos 2 años en 80.000 puestos de trabajo, de los cuales 55.000 de éstos correspondían a Wall Street.

Muchos de estos puestos de trabajo desaparecieron con la explosión de la burbuja tecnológica en Wall Street en el 2000 y el 2001 y durante el inicio de la recesión en el 2001. Ambos factores difícilmente son de aplicación interna; forman parte también de la economía global y de sus tendencias. Si bien no se iniciaron fuera de los EE.UU., seguramente se reforzaron en Japón y Europa.

Las pérdidas provocadas por el 11S no se deberían contemplar únicamente en el sector financiero. La pérdida de 115.000 puestos de trabajo representó al mismo tiempo la mayor crisis de la economía de Nueva York. Además este hecho hay que enmarcarlo en el contexto de otras tendencias más preocupantes anteriores al 11S. Como es el caso de que en la mayoría de las ciudades de todo el mundo, los beneficios de inversiones de capital y de sectores como el tecnológico han contribuido a una peor distribución de los ingresos. Si Nueva York es una ciudad global en los términos de Saskia Sassen, teniendo mayores papeles que desempeñar dentro de la red global, también es una ciudad global a la hora de repartir según los patrones de polarización.

Un informe del 2000 de The City Project, una ONG que publica cada año una "Agenda Alterbudget" llegó a las siguientes conclusiones sobre Nueva York en los años noventa:

* La clase media disminuyó.
* El número de las familias trabajadoras pobres aumentó.
* Los ingresos de los trabajadores de sueldos bajos estancaron el país.
* A lo largo de toda la década los ingresos reales de las familias pobres descendieron.
* El estado de Nueva York cuenta con el mayor abismo entre los ricos y los pobres en los EE.UU.
* La desigualdad en las ganancias creció de manera más rápida en la región metropolitana que a escala de la nación.
* La tasa de pobreza de la ciudad de Nueva York seguía siendo alta (25%), especialmente entre los niños (38%).
* La tasa de desempleo de la ciudad es muy alta entre la comunidad negra (12,7%) y la hispana (10,1%).
* Más de cuatro de cada 10 familias tienen ganancias cero o incluso están en negativo.

Todo ello nos hace ver que realmente hasta el 11S "era la mejor época, era la peor de las épocas". Sólo dependía de quién eras tú entonces.



Reconstrucción y polarización

Intentaré responder a esta cuestión volviendo al libro de Saskia Sassen. En su segunda edición reitera su hipótesis de que "el creciente número de profesionales de alto nivel y empresas de servicios especializadas de un nivel alto de ganancias tiene el efecto de subir el nivel de desigualdad espacial y socioeconómica evidente en estas ciudades "

Este es sin duda alguna el caso de Nueva York. Los patrones del empleo y los sueldos dentro de los sectores financiero y tecnológico parecen tener un gran impacto en la distribución de la inversión industrial y, por lo tanto, en el empleo. Los trabajadores que no cumplen con las cualificaciones requeridas para los sectores de sueldos altos, normalmente se ven obligados a buscar trabajo menos remunerado y acaban en los sectores de servicios de sueldos bajos. Estos trabajadores y sus familias se vuelven vulnerables a una serie de circunstancias socioeconómicas, que se dan con sueldos bajos en una sociedad que deliberadamente hizo trizas durante los años noventa su red de seguridad -el bienestar social- durante la administración demócrata de Bill Clinton. Este patrón fue evidente en Nueva York, donde una quinta parte de la distribución de los ingresos aumentó un 10% de los ingresos totales, mientras que las otras quintas partes vieron reducidos sus beneficios.

Esto también se refleja en los patrones residenciales y en el hecho de que la riqueza se concentra en Manhattan y supera de lejos al resto de la ciudad. Un escritor americano dijo que el "camino más largo va de Brooklyn a Nueva York". Todos los que han ido de Manhattan a Brooklyn saben que no se refiere tan sólo al tráfico en el Brooklyn Bridge.

La vulnerabilidad de la parte más baja de la escala de ingresos de Nueva York se vio agravada por la vulnerabilidad de la parte más alta de esta escala, primero por la global inseguridad económica y recesión antes del 11S y en segundo lugar por el desastre humano y económico de la ciudad aquel día. Las Torres Gemelas se convirtieron en las Vulnerabilidades Gemelas. Los ciudadanos de Nueva York se unieron al resto del mundo, no como todopoderosos, como al principio de "La hoguera de las vanidades" de Tom Wolfe, sino después de haber bajado la rampa hacia la ciudad de la oscuridad, "slums", violencia y esperanzas no cumplidas. Y es que ser más grande que Portugal u Holanda no necesariamente implica ser más seguro o estar mejor protegido frente a cualquier vulnerabilidad en el contexto de la inseguridad global.

Un análisis riguroso realizado por Saskia Sassen en los años 80, junto con la dramática evidencia empírica de las conexiones globales y la vulnerabilidad, nos hace pensar que necesitamos al Hombre Araña.

Primero de todo necesitamos al Hombre Araña para ascender estas peligrosas y altas cimas de privilegios y vulnerabilidad con el fin de rescatar y bajar a los inocentes a tierra firme, donde estarán a salvo, mientras advertimos a los complacientes de los peligros de la concentración de la riqueza y el consumo desaforado. Los que se resistieron a darse cuenta de su propia vulnerabilidad en las Torres Gemelas el 11S desaparecieron tristemente. Quizá el Hombre Araña pueda sugerir un descenso más ordenado con los ascensores antes de que la vulnerabilidad sea demasiado extrema.

En segundo lugar necesitamos al Hombre Araña para proteger a los débiles y a los vulnerables a la vista de las imparables consecuencias de los cambios en las finanzas y poder globales. El Hombre Araña podría haber sido de ayuda a la hora de proteger a Argentina de la crisis del tequila, durante la crisis asiática, la crisis de la samba y la crisis del vodka. Al ver claramente los desequilibrios en el poder, seguramente existen más personas aparte de aquéllas en las cuevas de Afganistán que pueden pensar en soluciones. Más que nunca tenemos que aprender unos de los otros para identificar los elementos de la visión inspiradora, una estrategia razonable y la puesta en práctica de soluciones a nuestros problemas comunes. Cuando no disponemos de respuestas hay que tener humildad para aceptar nuestra ignorancia y la voluntad de trabajar juntos para buscar respuestas.

El proceso de la reconstrucción de Nueva York, tal como antes he dicho, ofrece muchas oportunidades: identificar necesidades, prioridades y construir coaliciones políticas es esencial para el apoyo político a la hora de tomar decisiones estratégicas. Los newyorkinos, que disponen de un gran poder, necesitan descubrir dónde se encuentran y a dónde quieren ir. Ahora se ha identificado el camino a las Vulnerabilidades Gemelas y se ha notado su impacto personal. Pero otras rutas son también posibles si los newyorkinos desean procesos que realmente ayuden a encontrar alternativas. Hacen falta dos cosas: una mente abierta y un sentido renovado por el interés público. Ninguno de los dos se dan por supuestos, pues la política americana, y sobre todo la política americana que se desempeña según las reglas de Nueva York, en muy pocas ocasiones ha estado enfocada en los intereses públicos. En los EE.UU. prevalece el interés privado, véase el caso Enron, con raras excepciones de un genuino interés público.

La definición del interés público -en este caso intereses de públicos diversos y también sus intereses en común- supone un desafío para la responsabilidad de los expertos en temas urbanos. En el pasado éstos frecuentemente contribuyeron a políticas y estrategias, que a menudo aumentaron la vulnerabilidad urbana en lugar de reducirla.

En su conferencia sobre Argentina, que impartió este mes de abril en la New School de Nueva York, Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, observó que la política económica se debería basar en evidencia, teoría y el reconocimiento de los límites de nuestro conocimiento. Así, según él, seríamos más conscientes de los riesgos asociados a tantas de las políticas económicas que inevitablemente debemos aceptar en este mundo imperfecto.

El 11S mostró a Nueva York que no era ni el "Dueño del Universo" ni el "Dueño de su propio Destino". Sólo cuando aceptemos nuestros propios límites y los límites de nuestra comprensión dispondremos de la humildad para escuchar y aprender y tal vez entonces no tendremos que contar con el Hombre Araña.

Michael Cohen.
Director del Graduate Program in International Affairs en la New School University de Nueva York.


Conferencia pronunciada el 25 de junio de 2002 en Barcelona dentro del ciclo, dirigido por Jordi Borja, "Nueva York: el futuro de Manhattan".

viernes, agosto 12, 2005

Entrevista a Antropólogo Manuel Delgado


En la Revista Electrónica Cultura-Urbana encontré una interesante entrevista al antropólogo urbano Manuel Delgado.

Leanla, sólo tienen que hacer click aquí

miércoles, agosto 03, 2005

Invitación de SEPIENSA.CL


Recibimos esta invitación del equipo editor de la Revista Se Piensa.cl

Se trata de una exposición que se realizará el próximo Martes en el Museo Vicuña Mackenna

Adjunto te envio la invitación a la inauguración de la exposición IMAGEN y SEMEJANZA de Daniel Gonzalez M. que realizaremos el 09 de Agosto de 2005 a las 19:30 horas en el Museo Nacional Benjamín Vicuña Mackenna (av.Vicuña Mackenna 94, Santiago). Con esta exposición damos inicio a una serie de exposiciones individuales con la curatoría de Jorge Sepúlveda, editor de Sepiensa.cl

saludos

Jorge Sepulveda
Editor Sepiensa.cl
http://www.sepiensa.cl

martes, agosto 02, 2005

Ciclo de Jazz Urbano


El Jazz también es parte de la ciudad!!

lunes, julio 25, 2005

Conferencia sobre Antropología Aplicada el Miércoles en FLACSO

Conferencia: La antropología aplicada en los Estados Unidos: debates teóricos y metodológicos

[27.07.2005, 18:30] Gabriel Guajardo, profesor del Taller de Metodología Cualitativa del Magíster de Política y Gobierno de FLACSO-Chile, invita a la conferencia "La antropología aplicada en los Estados Unidos: debates teóricos y metodológicos" dictada por Ricardo Contreras, Ph D. Antropología Aplicada, University of South Florida.

El evento tendrá lugar en la Sala de Conferencias Norbert Lechner, el 27 de julio a las 18:30.

El nuevo modelo de la ciudad latinoamericana




En Internet encontré un artículo que profundiza en la problemática de la fragmentación y segregación en las ciudades latinaomericanas
Pertenece a la Revista EURE de la Católica, la refeencia es EURE (Santiago) v.28 n.85 Santiago dic. 2002


El nuevo modelo de la ciudad latinoamericana:
fragmentación y privatización

Michael Janoschka1




Las estructuras urbanas en América Latina se transformaron sustancialmente desde los primeros esbozos de generalización en un modelo hace 25 años. En este sentido, los procesos de globalización y transformación económica han reducido la polarización entre la ciudad rica y la ciudad pobre, mientras la segregación aumentó a una escala muy reducida. Cabe señalar que a partir de los años ‘90, algunas formas urbanas típicas de la ciudad "norteamericana" se difundieron en las urbes del subcontinente. El resultado es un paisaje urbano cerrado, la pérdida de esferas públicas y una transformación de los hábitos de los ciudadanos, como se muestra en el estudio de caso de Nordelta. La formulación de este innovador modelo de ciudad latinoamericana privatizada y fragmentada considera los aspectos mencionados, y a la vez establece un vínculo entre las teorías de EE.UU. y el desarrollo urbano en América Latina.

Si quieres ver el artículo completo clickea aquí

Torres Countries en Buenos Aires


En el CD ALA encontré esta exposición de una chica de Baires que me pareció muy interesante y que me parece establece diálogo con lo que está pasando en Santiago y otras ciudades de Chile en relación a ls segmentación e intrusión de los nuevos modos de vida en los barrios.


Torres countries en Buenos Aires – la prolongación de una nueva forma de vivir como desencadenante y multiplicador de la fragmentación social. Los casos de Palermo Nuevo y El Abasto. Corinna Hölzl


Introducción

Desde hace unas décadas la Capital de la Argentina sufre – como todas las ciudades de Latinoamérica – cambios socioeconómicos profundos manifestándose también en reestructuraciones espaciales. Como consecuencia del neoliberalismo de la época menemista, las urbanizaciones cerradas en Buenos Aires aumentaron fuertemente a partir de los años 90. Similar a los emprendimientos residenciales amurallados en el territorio suburbano, está creciendo otra forma privatizada de vivir en la ciudad, la tipología de las Torres Jardín . Según Welch Guerra (2002) es una Torre habitacional, en la ciudad consolidada, con jardines de uso privado en sus alrededores funcionando como separador del espacio público. Se destacan ciertos servicios adicionales que ofrece la torre aparte de su función residencial, con un sistema de seguridad en primer lugar. Los demás alcanzan desde estacionamientos subterráneos, parrillas, espacios de juegos para niños, piletas hasta saunas, gimnasios, lavanderías, jaulas de golf y canchas de tenis. Los emprendimientos más recientes en Puerto Madero muestran las posibilidades ilimitadas con bares, restaurantes, microcines o salas de internet.
Sobre el espacio fragmentado de los barrios cerrados y la formación de una nueva sociabilidad en estos territorios privados ya existen varias investigaciones, mientras que la tipología de las Torres Jardín está todavía poco analizada. Una que ha trabajado la temática es Lupano (2004) quien destaca los nuevos espacios de la sociabilidad que genera este tipo de vivienda. Esta ponencia continúa esas ideas y se aboca a investigar la nueva conducta social de estos complejos privados y su impacto en la vida y la morfología urbana. Eso se realiza bajo la suposición que existen paralelos entre los emprendimientos amurallados dentro y fuera de la ciudad . Esta pregunta central será contestada a través de un análisis y comparación de dos barrios en la Capital Federal de capas sociales diferentes, para que se vea en un nivel micro los cambios de la cultura urbana .
Para mí, como alemana la investigación de este fenómeno me pareció muy interesante, porque eso no existe en mi país. También la tipología de barrios cerrados tiene – por lo menos en Alemania – todavía una dinámica bastante insignificante.

Tesis y Teoría

La manifestación espacial de las diferencias socioeconómicas en forma de nuevos modos de habitar, como las Torres Jardín, aumenta la fragmentación social en la ciudad. Pues la decisión de vivir de manera privatizada, con sus equipamientos específicos, y la separación espacial provocan, por un lado, un aumento de los estilos de vida y, por otro, un uso disminuido y una reducción cuantitativa del espacio público. El espacio urbano se divide más y más en “no go- y no entry areas” así como “no-lugares”. Consecuencia de ello es una coexistencia de numerosas existencias sin intercambio horizontal, porque el antiguo modelo abierto de la ciudad pierde su influencia social-integrativa con la pérdida de la importancia del espacio público.
Por consiguiente la ampliación de los espacios aislados por aumento de la oferta de Torres Countries lleva a una polarización agudizada entre ricos y pobres. Según Dangschat la segregación espacial es un proceso recíproco. Diferencias socioeconómicas entre capas de la población no son solamente una causa para la separación espacial. Además, la segregación residencial ya existente provoca una consolidación y amplificación de la polarización social entre los habitantes de distintos territorios.
El fondo teorético del trabajo presenta modelos urbanos y conceptos desarrollados por varios geógrafos de habla alemana, como Janoschka y Bähr/Mertins y Borsdorf (2003). Borsdorf y otros destacan la fundación de la segregación residencial en la ciudad latinoamericana. En el concepto de la Quartered City, Marcuse (1989) caracteriza la polarización social como típica de la ciudad moderna.

La dinámica de las Torres Countries en Buenos Aires a partir de los años 90
Las dinámicas espaciales en la ciudad de Buenos Aires y en su entorno se caracteriza por una fragmentación social en aumento. Una flexibilización de las normas urbanísticas y del ordenamiento territorial, a principio de los años 90, favoreció este desarrollo inmobiliario en Buenos Aires. Entre 1991 y 2001 se desarrollaron cerca de 460 urbanizaciones privadas correspondiendo a una ocupación del suelo de 35.000 has (350 km²). En la ciudad se contabilizaron en el 2002 más de 130 Torres Jardín. En ambas tipologías las estimaciones poblacionales alcanzan de 300.000 a 600.000 personas (Janoschka, 2004).
La mayoría de las Torres Countries en altura se construyó a partir de los años noventa.
Para la ciudad de Buenos Aires Szajnberg y Mignaqui (2003, 2000) identificaron 6 tipologías de countries en altura, diferenciadas según altura edilicia, superficie del terreno, densidad poblacional, superficie por unidades y precios. Las tipologías T1 y la T2 corresponden a la definición de Welch Guerra de las Torres Jardín. Mientras la T1 apunta a los sectores medio altos y altos con precios de venta de 1.500$ a 2000$/m², la T2 ofrece un standard medio con precios entre 850 US$ y 1.100 US$/m². Eso se muestra en densidad más alta (complejos de 2 a 4 torres) y una infraestructura reducía en cantidad y calidad. Ambos disponen de grandes superficies de media manzana hasta manzanas enteras. Entre otras mencionan a las T4 como edificios refuncionalizados de valor patrimonial histórico o arquitectónico. En el corredor Norte – Belgrano y Palermo así como en algunos casos en Recoleta y Retiro – se encuentra la mayoría de las T1. Las T2 corresponden a los barrios de Caballito, Almagro, Villa Crespo, Villa Urquiza, Villa del Parque y Colegiales en el corredor Oeste.
Después de una dinámica muy baja en el 2002, como consecuencia de la crisis económica, el país experimenta ahora otro boom inmobiliario. Hoy la zona más importante de construcción de Torres Jardín se presenta en Puerto Madero. Allí se alcanzan los precios más altos (hasta 3000 US$/m²). En los otros barrios aumentaron las tendencias de la última década, es decir el corredor norte presenta aún más el destino de las inversiones inmobiliarias.
Diferente a los años 90 los departamentos T1 de la década presente ya no tienen tan grandes tamaños. Son más chicos y de variadas dimensiones dentro del edificio. Pero eso no resultó una diferenciación con respecto al grupo destinatario . Por la falta de demanda al resultar, todavía, difícil recibir un crédito se nota una muy baja actividad de la construcción para los sectores medios. Entonces el acceso a una vivienda de esta tipología se ve muy limitado ahora y se visualiza la polarización social creciente .

Los ejemplos de análisis. Características de los barrios

Como Palermo Nuevo no es un barrio autónomo hace falta una definición del territorio. Palermo Nuevo pertenece al barrio de Palermo – el más grande de la ciudad - que se encuentra en la parte norte de la Capital Federal. La zona está limitada por las Avenidas Santa Fe, Intendente Bullrich, Libertador y Sarmiento. Sus fuertes límites geográficos por las nombradas y anchas avenidas y, sobre todo, por el ferrocarril en el noroeste y la Sociedad Rural Argentina en el sudeste, le dan un propio carácter. El nombre Palermo Nuevo resultó del boom inmobiliario de los años 90. Antes la zona era conocida por la denominación de “Pacífico”, como se llamaba la estación del tren en la Avenida Santa Fe. Pero como la gente vinculó este nombre con una imagen mala, un cambio era recomendable.

Aparte de los edificios residenciales por la avenida Libertador, de un estandard muy alto, una zona roja, talleres mecánicos y casas bajas con una población correspondiente de clase media y media baja caracterizaron a este parte de Palermo .
Con la construcción de la Torre Le Parc que ocupa una manzana completa, la estructura del territorio empezó a cambiar. Hoy acá se encuentra una de las mayores concentraciones de countries en altura de la ciudad (Cuadro 2). La reestructuración económica permitió este desarrollo porque dejó muchos solares vacíos o sin uso en esta zona. Así se despertó el interés de los desarrolladores por un territorio de la ciudad estratégicamente muy oportuno: importantes avenidas y varios medio de transporte público (tren, subte y colectivos) ofrecen una buena conexión con el resto de la ciudad.

En la misma época el Hipermercado chileno Jumbo inauguró en 1996 el Jumbo Palermo, Centro Comercial en avenida Intendente Bullrich (entre Infantería y avenida Cerviño), completando la zona residencial de Palermo Nuevo. Jumbo y el Shopping integran al Cencosud S.A. así como Easy Home Center, que fue establecido en el mismo terreno. El predio alcanza hasta avenida Dorrego en el Noroeste (Mapa 1).
Hoy Palermo Nuevo tiene un carácter muy mezclado. Los edificios entre avenida Santa Fe y Juncal son de un estándar muy sencillo así como los negocios que se encuentran allí.
El Abasto tampoco es un barrio en si. Su territorio pertenece al de Almagro y al de Balvanera en el Oeste del microcentro de la ciudad. Se pueden contemplar como límites las avenidas Córdoba, Pueyrredón así como las calles J. D. Perón y Medrano. El análisis se concentra en un espacio más pequeño y por eso más homogéneo en sus características morfológicas y culturales.

La zona del Abasto se desarrolló con la constitución del antiguo Mercado de Abasto en 1893, que le dio también su nombre. Por eso se trata tradicionalmente de un barrio de obreros con una estructura edilicia orientada al mercado de frutas. Se estableció una población muy heterogénea de inmigrantes italianos, españoles, polacos y rusos así como una gran comunidad de judíos ortodoxos.
El traslado del mercado a la provincia de Buenos Aires y su clausura en el Abasto, en 1984, dejó a la mayoría de los habitantes del barrio sin trabajo. Como consecuencia mucha gente se mudó y las casas fueron tomadas. En esta época se establecieron muchos inmigrantes peruanos, paraguayos y también coreanos en conventillos y hoteles residenciales. De allí que la zona se caracterice por una estructura poblacional muy heterogénea. Todavía quedan muchas casas antiguas y sitios tradicionales que son destinados para atraer al turismo.
En los años 90 el Abasto experimentó cambios muy profundos por el desarrollo de varios megaemprendimientos. El grupo IRSA adquirió el edificio del antiguo Mercado y además varias manzanas aledañas, y refuncionalizó el Mercado como Shopping. La misma empresa desarrolló el complejo de las Torres del Abasto, compuesto de 4 Torres con 600 departamentos de uso residencial y de oficinas, ocupando casi una manzana entera. El Hipermercado tomó una manzana entera entre los dos proyectos nombrados, donde originalmente estaba una cámara frigorífica y una fábrica de hielo. Muchos solares quedaron vacíos después de la clausura del mercado. En Corrientes se construyó el Hotel Abasto Plaza de cinco estrella. El proyecto más recientes es el Centro Cultural Konex que está por levantarse en el terreno de una antigua fábrica de aceite y pensado como centro cultural privado (Cuadro 3). Por lo tanto la última década se ha caracterizado por una alta privatización de importantes lugares que antes eran públicos.

Comparando los dos casos de análisis, se ve que fueron elegidos dos barrios de capas socioeconómicos muy diferentes. Mientras la construcción en Palermo Nuevo se concentra en importantes emprendimientos de uso residencial, en El Abasto se observa la realización de varios grandes emprendimientos entre ellos las Torres del Abasto como único proyecto de viviendas.
Ambos territorios no disponen de espacios públicos como parques o plazas (Mapas 1 y 2).

Vivir en una Torre Country

Para analizar el impacto de la instalación de esta nueva tipología de vivienda en ambos barrios, tanto por su arquitectura discutida como por sus nuevas posibilidades de vivir y socializarse se desarrollarán algunos ejemplos de habitantes que viven en diferentes Torres, según las entrevistas realizadas entre diciembre de 2004 a marzo 2005.
Los emprendimientos y las personas analizados en Palermo Nuevo para la investigación fueron: el Quartier Demaría, que contiene las primeras torres construidas y figura entre las más prestigiosas, otra torre country más nueva, que se ubica en la misma manzana con acceso por la calle Sinclair y una tercera en la calle Demaría 4723. En el Abasto se realizó una entrevista a una persona viviendo en las Torres del Abasto (Cuadro 3).
Antonio, 51 años, alquila mensualmente por 1.800 US -desde hace más que tres años- un departamento de 165 m² en el Quartier Demaría. Vive en él con su segunda mujer Jenifer (29), que no trabaja, y su hija Miriam (4). Antes habitaron un departamento sin servicios en Belgrano y también intentaron vivir en un country que usaron habitualmente los fines de semana. Su trabajo está conectado con el mundo del espectáculo.
Verónica (27), estudiante de arquitectura y socia de un estudio, habita con sus padres de 57 y 58 años y su hermana -desde el mismo tiempo que Antonio- otra torre más baja en la misma cuadra.
En otro complejo parecido en las características edilicias al anterior – altura y calidad de los servicios – pero con departamentos más chicos y variados, vive Eva (29) con su marido, recién casados. Ambos trabajan y están por terminar sus careras de arquitectura y abogacía.
La persona entrevistada en las Torres del Abasto, Magdalena (32), es arqueóloga y habita –desde su casamiento en el 2000 – con su marido en un departamento de dos ambientes de 60 m². Al igual que Eva y su marido, se trata de un matrimonio joven, todavía sin niños.

Biografías de mudanzas

En el caso de los entrevistados en Palermo Nuevo se puede hablar de una decisión consciente por habitar un departamento de la tipología analizada, sobre todo por el tema de la seguridad. Eva y su marido ponderaron también otras alternativas como una casita o un departamento común, pero todo les pareció demasiado inseguro. Además compraron justo después de la crisis, cuando los bajos precios les ofrecieron una oferta más amplia (precio en 2002: 1000 US$ el m²).

E.: “... Sentaron alguien abajo en la mesita... gente que no tiene armas, pero si, están vigilando las 24 horas. Y cuando empezaron a construir estos grandes edificios, una de las cosas que incluía, dice que abajo hay como un espacio de seguridad, entonces ya dice, ya viene con seguridad incluída (...) Más que nada era eso.”

Lo que los distingue a Verónica y a Antonio es que ya habían tenido una experiencia previa. Como la familia de Verónica antes había habitado una torre y Antonio vino de un barrio cerrado, para ellos quedó sin discusión seguir viviendo en un condominio amurallado. Por eso, porque es evidente, él no mencionó la seguridad como motivo hasta que llegó su mujer.

A.: “Queríamos algo por Miriam, donde pueda jugar.”J.: “Y también por la seguridad, con plaza.”A.: “La plaza hoy en día no sé.”J.: “No quería que se vaya a la plaza.”

Decisivo para la mudanza, hace tres años, fue que no quisieron vivir más en el Country.

A.: “Pero nosotros probamos por ejemplo vivir en un country, y a los dos meses, eh, nos fuimos porque, eh, si bien es cerca, cerca son, de acá son 35 minutos, más o menos en coche (...) Pero irse todos los días, a la noche volver, es pesado...”

Además, a Jenifer no le gustaba estar sola todo el día con el bebe. El tiempo muy corto de vivir en el Country y sus estilos de vida dominados por una actividad cultural y social muy activa, a causa de la profesión de Antonio, muestran que se trata de personas dependiendo de la ciudad.

Cuando los padres de Verónica decidieron mudarse, la única condición de ella era: “¡Por favor, que tenga pileta!“La entrevista con ella ilustra como su última forma de vivir la caracterizó. Aunque usa muy poco los servicios comunes siguió comparándolos con los del complejo anterior en Recoleta, que era más lujoso con un equipamiento adicional mucho más amplio. Se acostumbró a tener un espacio privado y protegido y los servicios ahora funcionan como símbolos de lujo que la separan del “resto”, tanto que ya no se puede imaginar vivir diferente.

Contrariamente a los entrevistados en Palermo Nuevo, Magdalena no destaca tanto el motivo de la seguridad.

M.: (...) Y cuando nosotros nos casamos lo que era nuevo era casi todo este tipo de edificio de torre.(...) Cuando ya nos cansamos de los usados [departamentos], como veíamos que eran de muy malas condiciones, empezamos a ver los precios de los nuevos. Casi al principio encontramos esto.

El precio les convenció. Pero como este barrio les parece bastante peligroso, la seguridad pasó a ser un aspecto necesario. Tal vez si se hubiera quedado en el barrio norte, donde siempre vivió, no hubiera sido necesario tener un sistema de vigilancia profesional. Además ella todavía puede imaginarse habitando en una casa, preferentemente en un PH, en una casa antigua.

La vida social

De las personas entrevistadas solamente Antonio y su familia crearon una vida social en el espacio privado del complejo que comparten con los otros habitantes.

“Viste, es como un Country adentro de la ciudad. (...) “Lo que sí, acá, nosotros por lo menos hicimos bastantes amigos, dentro del edificio, que son con los chicos. Entonces (...) nos juntamos abajo, como en un club, como en un country. ¿Entendés? Estos que se conocen. O sobre todo ahora en verano nos vamos a la pileta.” (Antonio, mientras muestra los servicios de la torre.)

También usan activamente lo que les ofrece el Quartier, como el restaurant, el “famoso quincho”, la cancha de tennis o los equipamientos para los niños. Es cierto que esta torre, de todas las analizadas, es la que tiene el mejor estándar de allí su oferta que es más completa. Pero más decisivo es la edad de los entrevistados y el estado civil así como el estilo de vida. Antonio es el único caso con niña, lo que la torre y el equipamiento le facilitan a la menor su socialización . De este hecho los otros entrevistados también son conscientes porque lo observan en sus propios complejos. Y, en el caso de Eva y de Magdalena hay que añadir que ambas pueden imaginarse el día de mañana cuando tengan niños. Eva también menciona como ventaja para relacionarse con otros habitantes, que esta torre no es tan grande. Para las Torres del Abasto confirma Karina Palazzo Caputo, asociada de la inmobiliaria del mismo nombre y que domina el mercado inmobiliario de la zona del Abasto, cuyo padre habita un departamento en este conjunto

“Hay ciertos grupos que se juntan a tomar mate, que sé yo, bueno, no hay un lugar para que pudieran conocerse más. Si lo hubiera, creo, que estaría a full. (...) Los chicos, obviamente se juntan a andar en bicicleta. (...) Bueno también los barrios cerrados tienen las dos opciones, tienen el club house que junta a la gente, tienen las casitas con su cocina privada.”

Además, un estilo de vida muy marcado aumenta el deseo de juntarse, como muestra el ejemplo de Antonio. Mucha otra gente del espectáculo u otros famosas eligieron el Quartier para vivir. Entonces se encuentra “entre los suyos”, y se siente muy cómodo allí, tanto que casi ya no se va al Country. Completando la imagen, su oficina se encuentra en la Algodonera, otro complejo pero de lofts en una reformada fábrica de algodón en Colegiales (T 4, según la tipología de Szajnberg, Cuadro 1).
Contrariamente, D. Ramos Otero de la inmobiliaria Tizado en Palermo Nuevo no opina, que la tipología de las Torres Jardín pueda sustituir a los barrios cerrados, pues la mayoría de la gente que vive en Palermo Nuevo, también tiene un country, donde pasa los fines de semana. Eso vale también para los padres de Verónica – ambos contadores – quienes se van afuera mientras las hijas se quedan en la ciudad los sábados y domingos. Ella tampoco se socializa mucho en la Torre Country, aunque conoce a mucha gente. Describe una vida con conflictos por el ruido, sobre todo en la pileta, como consecuencia de la vida social establecida en la torre.

“Son cosas que en otros edificios no pasan, porque están en la calle, pero acá la calle es, es el patio de mi piso (riéndose).” (un poco enojada se refiere a los chicos gritando en la pileta)

Mientras nadie de ellos lamenta la falta de espacios públicos barriales, eso es lo que más molesta a Paula, 35 años, madre de dos hijos, viviendo hace poco en Palermo Nuevo .
La gente se muestra contenta con este estilo de vida con espacios y servicios comunes y privados, y lo acepta como “una forma de adaptarnos a una vida sin seguridad” (Antonio).
Los desarrolladores e inmobiliarias se dan más y más cuenta de la importancia de los servicios para la gente.

“No es solo que los chicos juegan tranquilamente en el patio, es más, se socializa mucho, a veces más que en un barrio cerrado. (...) Te obligas a poner servicios, cada vez más.” “¿Por la competencia?” (Entrevistadora) “Por la competencia y también porque la gente los usa. También en los más económicos.” (Arquitecto Justo Solsona)

Interacciones espaciales y percepción del barrio
Los entrevistados caracterizan percepciones distintas del barrio. De allí resultan usos diferentes. En Palermo Nuevo entrando por la avenida Santa Fe, donde se concentra el tránsito y los negocios de baja calidad, o desde avenida Bullrich, con la gran franja sin uso entre la avenida y el ferrocarril se tiene una percepción bien distinta que la de entrar y salir por la ostentosa avenida Libertador -con sus grandes zonas verdes al otro lado- como Antonio y Jenifer lo hacen habitualmente.

“Entonces, ya salís y te genera mal humor, todo eso, es más, yo y mucha gente vamos por calles para ver si evitas algunos. (...) Y todo tiene que ver con todo: terminás refugiándote en la torre.” (Antonio sobre la alta cantidad de mendigos en la ciudad)

Antonio y Jenifer tienen una percepción del barrio muy limitada porque se mueven solamente en auto entre lugares con accesos restringidos Torre Country, Oficina en Complejo, Hipermercado, Shopping. Preguntando, donde resuelven sus compras, Jenifer responde sin pensar “Auto y Jumbo”. A la observación del entrevistador, de que no hay tantos lugares para salir por la noche en Palermo Nuevo, Antonio casi reacciona ofendido, pero termina enumerando lugares en otras partes de Palermo. No demandan por más infraestructura en la zona.
Verónica y Eva conocen el barrio también caminando porque no tienen auto. Sus percepciones y usos de la infraestructura de la ciudad – todavía – no son tan reducidos. A causa de los precios Eva y su marido van menos a Jumbo como a otro Hipermercado. Otras compras si las resuelven en el Shopping, del Jumbo o en Alto Palermo, donde se encuentra también “su” complejo de cines. En el caso de Verónica el espacio de sus acciones ha cambiado porque tiene más miedo ahora después de la crisis y por la mudanza de un “barrio” como Recoleta a Palermo Nuevo, donde domina el uso residencial. Resolver las compras en el Jumbo le parece todavía incómodo, pero se va por allí, “como todo la gente de la zona”. Los precios no los menciona .

V.: “Yo llamo a todos lados por teléfono, no voy a ningún lado, en general! Pido películas, pido, comida, pido el kiosco, yo fumo mucho, llamo al kiosco que me trae, todo, todo (...)...es muy raro (...)Antes de todo este despelote hace tres años que pasó, no estaba! Estaba en la calle (...).”


La persona, entrevistada en El Abasto, está más vinculada con el barrio. Tiene una percepción más exacta de lo que ocurre en el entorno barrial pero no se siente cómoda en él.

M.: Hay un interés económico, un interés turístico (...). Pero en si, qué se yo, yo, que vivo en el barrio y que lo camino todos los días, lo veo cada vez peor (...).”

Valora la cantidad de cultura que ofrece el barrio y también unos proyectos nuevos, pero nota que son acciones aisladas, en su mayoría construcciones sin ningún impacto para el resto del barrio y sus habitantes. A diferencia de los otros entrevistados, Magdalena no encuentra la solución por su descontento con el entorno y la inseguridad en la ciudad donde está su vivienda. Por eso está pensando en volver a su barrio de origen.
La asociada de la inmobiliaria Palazzo Caputo destaca, contrariamente a la habitante entrevistada, que “ganan todos” con los negocios generados en el barrio. Además opina que la gran cantidad de gente viviendo, ahora, en la manzana de las Torres del Abasto trae un impacto positivo al barrio. Hasta ahora esto no se confirma en la realidad .
Los vecinos de Palermo Nuevo opinan muy diferente sobre los cambios que experimenta el barrio. Carmen, que tiene un Multikiosco, celebra la llegada de los habitantes nuevos con alto poder adquisitivo. Mucha gente viene a comprar porque es cómodo para ellos, como hay pocos negocios en la zona. Sin embargo, otro propietario de una frutería cerca del Quartier Sinclair – a diferencia de ella y manteniendo el negocio desde “siempre” – se muestra enojado sobre todos por los cambios que traen los nuevos habitantes del complejo. Otra ventaja mencionada es que se trata de una zona muy bien vigilada, consecuencia de los “ricos” que ahora viven acá. Contrariamente, Paula, 35 años, madre de dos hijos, viviendo en un nuevo edificio en Calle Beruti -a una cuadra de la avenida Santa Fe- no se siente muy segura en el barrio. Cuenta de peleas de adolescentes en la calle, que habitaron por un período un gran terreno baldío en frente a su edificio. Ahora será el lugar para la construcción de un nuevo Quartier . Los vecinos ven también que muchos arraigados abandonan Palermo Nuevo resolviéndolo con buenos negocios debido a la venta de sus terrenos, obligando también a los inquilinatos habitados allí a encontrar un nuevo domicilio.
De manera más fuerte pasó y está pasando en el Abasto. Mucha gente ocupó casas en el entorno del terreno de las Torres del Abasto así como en otras manzanas que se fueron limpiados como consecuencia de la implementación de los grandes emprendimientos . La mayoria de esa población habita, ahora, casas al otro lado de Corrientes . Entonces resultó solamente un traslado del problema.

Primeras conclusiones

Resumiendo estas primeras observaciones se puede decir que aunque había solamente un caso que relató una vida social activa , a todos los entrevistados el proceso de esta nueva sociabilización les parece comprensible. Decisivo es finalmente el estilo de vida y las condiciones que ofrece la Torre Country. Pero todos aceptan los espacios comunes privados como alternativa a las plazas públicas, en especial para los niños. En los casos de Palermo Nuevo con las Torres Jardín y otros lugares privados correspondientes (Shoppings, Oficinas en complejos, Hipermercados, Countries) se presentan como nuevos espacios de encuentro urbano. Los desplazamientos de Antonio confirman exactamente el “efecto túnel de encapsulamiento” (Lupano y otros 2004, 4). En el caso de Eva y Verónica se podría decir que estos dos casos se encuentran en un período transitorio. Todavía hay una cierta vinculación con el entorno pero no por decisión propia. Cuando dispusieran de los medios económicos necesarios para comprar un auto, por ejemplo, es probable que hubiera un acercamiento a los desplazamientos como hace Antonio. Magdalena no corresponde a esta tipología esbozada. A esta persona le gusta aprovechar algunos servicios adicionales en el lugar donde vive, pero aparte de eso necesita un entorno adecuado.
Además en lo que concierne a las zonas analizadas se muestra muy bien la gran heterogeneidad espacial en Palermo Nuevo y también se visualiza la cercanía espacial tan estrecha entre ricos o privilegiados y pobres, entre terrenos abandonados y grandes emprendimientos, cambios socio espaciales y procesos de expulsión en los dos barrios.
Ambos procesos – nueva sociabilidad y espacios fragmentados – resultan una pérdida de la vida barrial y así como un cambio de la cultura urbana. Como consecuencia hace falta una redefinición de la ciudad como lugar de encuentro acompañada por un aumento de los estilos de vida.